Puedes emplear frascos de otras mermeladas que tengan tapas con rosca,totalmente libres de cualquier suciedad o hendidura, puedes también usar frascos con tapas a presión ya que son muy fáciles de abrir y cerrar.
Asegúrate que los frascos estén en buenas condiciones pasando el dedo índice por el borde del frasco para ver que no tenga quebraduras ni astillados.
Lava los frascos con detergente y agua caliente, enjuaga muy bien para evitar que quede cualquier resto de jabón, es recién que puedes poner los frascos boca abajo sobre un paño de cocina, no seques por dentro, así no quedan pelusas del paño.
A la hora de envasar la mermelada, coloca los frascos sobre paños húmedos, la humedad no solo ayuda a repartir el calor y absorberlo, sino que evita que los frascos se revienten.
Cuando envases coloca solo un poco de la mermelada caliente para que el vidrio se caliente poco a poco, luego termina de llenar, limpia el borde del frasco, para que la tapa haga presión y selle herméticamente, si no lo haces la mermelada podría estropearse.
Guarda los frascos en la refrigeradora o un lugar fresco.
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